El fascinante mundo de diseñar espacios para el cine

Las bases para el diseño de la dirección artística están en el guión. Si sabes interpretar, analizar, ponerte en la piel de esos personajes, si te los crees, si los haces tuyos, querrás saber cada vez algo más de ellos, de su casa, de los espacios que les rodean, de sus objetos personales y hasta de sus monstruos más internos, aquellos que les atormentan y fascinan a la vez Koldo Vallés

Una tarea difícil y compleja , pero a la vez imprescindible y maravillosa que Eugenio Caballero sabe interpretar a la perfección. El uso de todo este análisis para el diseño de sus decorados lo podemos apreciar perfectamente en su última película, Un monstruo viene a verme, ganadora del Goya a la Mejor Dirección Artística de este año.

No vale con que un decorado sea atractivo, tiene que transmitir y reflejar la personalidad de sus protagonistas y de lo que se está contando. En esta película, la coordinación de los sentimientos con el diseño de los espacios escénicos están integrados, respiran autenticidad visual.

En una historia con tanto trasfondo, tanta impotencia, tristeza e ira, es fundamental que el diseño de decorados y la ambientación sean muy precisos: cada elemento, cada color significa algo, nada es gratuito, todo el espectro decorativo está medido para que el espectador conecte con la historia y no se despiste en una película donde los sentimientos son trascendentales.

Dar humanidad, personalidad, verdad y a la vez toques de fantasía, en una película donde uno de sus protagonistas es un monstruo de once metros de alto, no es tarea fácil para el departamento de arte. ¿Cómo jugar con las proporciones de un niño y el tamaño de un monstruo? ¿Cómo construir esos espacios para se puedan rodar sin perder el equilibrio emocional y escenográfico? Pues muy sencillo: con talento, sensibilidad y un equipo de arte maravilloso dirigido por un gran profesional como Eugenio Caballero.

*Koldo Vallés es director artístico y ha sido nominado en cinco ocasiones a los Premios Goya