"Debe haber vida más allá del cine,
pero no la veo todavía"

Siempre ha tenido flechazo con las historias en las que se ha implicado. Proyectos personales de temática adulta que no le han frenado para acercarse a otros temas porque “con la temeridad que me caracteriza” es de las que da la cara a los desafíos que le proponen. Tenaz, genuina y directa, Isabel Coixet transmite su visión del mundo en cada película, un universo “peculiar, único e intransferible”, en palabras de la directora, guionista y productora catalana.

 

Por Chusa L. Monjas

 

Llevaba mucho tiempo queriendo hacer La librería y, por fin, hizo la película de sus sueños.

Desde que leí la novela hace 10 años, supe que quería hacer la película. No me imaginé que pasarían diez años, pero así ha sido. Mereció la pena esperar, aunque espero que la próxima vez que me enamore de un libro, no tarde tanto en concretarse porque me pillará muy mayor.

Compró el libro en el que se basa la película por el título y decidió rodar en inglés una historia sobre los libros, protagonizada por una mujer de mediana edad. Tuvo buen ojo.

No sé, supongo que hay flechazos inevitables. Fui la primera sorprendida cuando supe que los derechos de la novela estaban libres, estaba convencida que Stephen Frears o cualquier otro director inglés ya los habría comprado. Pero estaban libres y la familia de Penelope Fitzgerald nos puso las cosas muy fáciles para adquirirlos.

3 Premios Goya, volver a más de 100 salas, iniciar su lanzamiento internacional en la Berlinale, aumento de las copias del libro, que ya va por la 13ª edición…Estará feliz

Sí. Para mí, lo mejor de todo es la conexión con todas clases de público que ha logrado la película. Volver a Berlín después de todo lo que pasó con Nadie quiere la noche tiene un significado especial. Y que, gracias al impacto de los tres Goya, la película tenga una nueva vida en las pantallas, es ya el acabose. Si esto es un sueño, ¡que no me despierten!

¿Considera La librería como un nuevo principio?

Es difícil decir si es o no un nuevo principio, yo sigo siendo la misma, con las mismas inquietudes, preocupaciones, angustias, cabezonería… Esta vez las cosas han salido bien, ¡que continue la racha! Pero soy muy consciente que esto es una carrera de fondo y que la únicas virtudes que tengo son la cabezonería y la perseverancia.

Si vuelve la vista atrás, ¿ve el 3 de febrero como una noche legendaria?

Fue una noche….como de montaña rusa o de partido de fútbol de infarto. Cuando parecía que la suerte estaba echada para Handia, remontamos. Con La vida secreta de las palabras pasó un poco lo mismo. Pero debo decir que yo estoy preparada para lo que venga. Ahora bien, si es bueno, ¡mucho mejor!

Lo digo porque con La librería se ha convertido en la cineasta con más Goyas de la historia. Seguro que ahora le llueven los novios y el proceso del próximo proyecto será más fácil.

Suena muy solemne eso de “la cineasta con mas Goyas de la historia”. Pero nada, ni siquiera eso garantiza nada, hay que currarse las cosas proyecto a proyecto, peldaño a peldaño.

Su protagonista persigue un sueño: montar una librería. Ha demostrado que si los sueños se persiguen, por muy disparatados y locos que sean, son posibles. ¿Cuál es el suyo?

Tengo uno imposible: cantar blues, pero no tengo voz. Otro, el surf, pero tengo cero sentido del equilibrio y soy muy patosa. En cuanto a los sueños mas alcanzables, seguir escribiendo, dirigiendo, creando y filmando. Y si puedo seguir ganándome la vida, miel sobre hojuelas.

¿Ha fantaseado con lo que hubiera pensado de esta película su admirada Penelope Fitzgerald?

La hija de Penelope , en la que ella se inspiró para el personaje de Christine, me dijo en Valladolid, despues de ver la película, que a su madre le hubiera encantado. A veces cuando rodaba, sentía que de algún modo, el espíritu de ella estaba con nosotros.

Usted ha dado voz a las mujeres a través de la creación de personajes femeninos singulares e inolvidables. Entre ellos, ¿qué lugar ocupa su última protagonista, Florence Green?

Es quizás mas ingenua que mis otras protagonistas, ha vivido mas protegida y cuando decide empezar a salir de su nido, el impacto con el mundo real, la destroza. Quizás mis otras heroínas se hacen menos ilusiones sobre el mundo y sus circunstancias.

Florence Green, parafraseando el lema de Everyman’s Libray, escribe: “un buen libro es la preciosa sabia del alma de un maestro, embalsamada y atesorada intencionadamente para una vida más allá de la vida y, como tal, no hay duda de que debe ser un artículo de primera necesidad” ¿Hace suya esta consigna?

Quizás la palabra “embalsamado” no es un término que yo emplearía para definir a los libros o la lectura.

Su madre no se equivocaba cuando le decía a su padre ‘deja a la niña que lea que para algo le servirá’. En sus agradecimientos no se olvidó de su progenitora, ni de su hija y tampoco de las personas que todavía compran libros, abren librerías y aman el cine, y que son ¿una raza de extinción?

No somos una raza de extinción: somos los que salvaremos de la extinción a todas las demás razas. O al menos lo intentaremos. Tenemos el arma mas importante: la narración. Sin ella, nos extinguiremos todos.

¿Es la literatura una fuente inagotable de historias e inspiración?

Absolutamente. La literatura lleva miles de años de ventaja al cine como contadora y transmisora de historias.

 

Amor entre dos mujeres

Vuelve a rodar en España y en castellano. Ahora va a contar las vidas de Elisa y Marcela, protagonistas de la primera boda lesbiana en España, y la única oficiada por la Iglesia. ¿Tiene ya reparto?–han salido los nombres de Natalia de Molina y María Valverde-.

Es una historia apasionante y también llevo muchos años tras ella. Es la segunda vez que ruedo en Galicia, ya lo hice con A los que aman, es una tierra que amo y me parece muy inspiradora. Natalia de Molina está confirmada como Elisa. En cuanto a Marcela, ahí estamos buscando. Tengo muchas ganas de ponerme en ello.

¿Qué saldrá de la película sobre Elisa y Marcela?

Es una historia aparentemente simple pero que guarda muchos misterios, secretos y conjeturas. Es una gran historia de amor entre dos mujeres que desafiaron todos los convencionalismos y las leyes de la época. Y pagaron un precio muy alto por ello.

Al estar avalada por Netflix, ¿ira directamente a la plataforma o tendrá un recorrido en salas?

Tendrá un recorrido por salas, un mes antes que Netflix la estrene.

De cuando empezó a ahora, ¿cómo ve el cine?

Es otro mundo. Y es el mismo. Cuando yo empecé a rodar, todavía se montaba en moviola, no existía el Avid ni el Pro Tools ni los móviles. Y sin embargo, se rodaban historias complejas y bellas y emocionantes. Tanto como ahora. La manera en que el público llega a ellas o ellas al público ha cambiado. Sin embargo, los resortes de la narración y las emociones son prácticamente los mismos.

Cuando repasa su filmografía, ¿qué piensa?

Que lo he intentado con todas mis fuerzas y mi corazón. A veces lo he conseguido, otras he fallado estrepitosamente. Pero hay una cadena que une a todos mis personajes y es que ellos y ellas también lo han intentado.

¿Diría que los mejores momentos de su vida han sido rodando películas?

Sí. Los mejores momentos de mi vida han sido en un rodaje, detrás de una cámara, trabajando con los actores, con los técnicos, localizando… Bueno, ¡y en la cama!

Cada vez que se pone detrás de la cámara, ¿es como la primera vez? ¿puede haber algo nuevo para usted que lleva dirigiendo desde hace casi 30 años?

Es curioso porque hay cosas que continúan igual. Yo suelo estar tranquila hasta el momento que me viene a recoger el coche de producción por la mañana para ir al rodaje, entonces me cogen todos los males y saldría corriendo.

¿Qué películas le inspiraron el deseo de dirigir y escribir?

Las de Bergman, las de Truffaut. Los libros de Steinbeck, de John Dos Passos, de Thomas Mann, de Stendhal, de Stefan Zweig, de Edith Warthon, de Jane Austen, de Jean Rhys, de Yasunari Kabawata, de Valle Inclán, de Pío Baroja, de Flaubert…

 

Envidias, celos y mentiras

¿Que es lo más importante que ha aprendido en su carrera?

Que la cámara es tu amiga y es una amistad que hay que cultivar cada día. Y que el bocadillo de las 11 es sagrado.

¿Qué es lo más duro que ha tenido que sacrificar?

Tragarme mi orgullo. Tiempo con mi hija, tiempo y energía para hacer otras cosas o para no hacer nada. Tiempo.

Si no hubiese sido directora, guionista o productora, hoy sería…

Binguera.

Sus actores hablan maravillas de usted como persona y profesional, ¿qué les da?

Los llevo a comer bien a buenos sitios y finjo que me fascina todo lo que dicen ¡Y se lo tragan! Ahora en serio, les escucho.

¿Qué es lo peor de su profesión?

Las envidias, los celos, las mentiras repetidas a las que todo el mundo da crédito. Como en casi todas las profesiones. Seguro que en el mundo de los empleados de las cloacas pasa lo mismo.

Todos los cineastas quieren ir creciendo, ¿cuál es su meta?

Asistir a las menos reuniones posibles, hacer lo que me de la gana todo el tiempo, incluidos los domingos, y llenar mal el lavavajillas sin que nadie me riña. Otro sueño imposible.

¿Hay vida más allá del cine?

Debe haberla, pero yo no la veo todavía.

Ha rodado en Estados Unidos, en Europa, en Japón….Pero sus viajes no son solo profesionales.

Viajar es necesario. Vivir no es necesario.

Cuando piensa en el futuro, ¿qué ve?

El futuro como idea es escalofriante. Me limito a pensar en lo que voy a cenar esta noche. Sopa de cebolla con mucho parmesano y tarta de manzana, que aunque me esté mal el decirlo, la bordo.

 

Donde debe estar

En España no hay muchas mujeres que tengan una carrera como la suya. Es un referente para muchos directores jóvenes. Desde esa posición ¿siente, satisfacción, ilusión responsabilidad…?

Ser un referente impone. Cuando me lo dicen y me lo dicen mucho, siento como si hablaran de otra persona que no soy yo. Si he servido para que muchas chicas piensen que no es una quimera dedicarse a esto, fantástico. Ojalá tengan una carrera al menos tan apasionante como la mía.

Las nuevas generaciones llegan muy inquietas, ¿qué diferencias nota entre la suya y las posteriores?

Supongo que cada generación piensa que la suya sí que rompió la pana. Yo creo que en cada generación, hay alguien a contracorriente que sí rompe la pana y es el que se desmarca de su generación.

¿Qué siente cuando está detrás de la cámara?

Conexión. Siento que estoy donde debo estar. Y que no cambiaría ese lugar por nada.

¿Tiene alguna manía a la hora de rodar? ¿Y de escribir?

Tengo la manía de canturrear canciones de Abba sin darme cuenta y vuelvo locos a los técnicos de sonido. Y escribiendo, me rasco mucho la cabeza hasta que sangro. Cuando no escribo o dirijo, ni canturreo canciones de Abba ni me rasco. Manías.

Trabaja y lucha para que las mujeres tengan una visibilidad real. En los últimos Premios Goya fueron 11 las mujeres que salieron con el Goya debajo del brazo ¿Cree que estos premios han silenciado a las mujeres?

No son los premios los que han silenciado a las mujeres, sino la industria. Pero esto se está moviendo.

¿Es partidaria de las cuotas?

Sí. Las cuotas son una reparación histórica a un sistema endémicamente injusto. En los países donde se han implantado, han funcionado. Si hay algo que funciona, adoptémoslo.

¿Hay una forma de dirigir femenina?

Creo que hay una forma de ver el mundo, profundamente femenina.

¿Le molesta que le digan que tiene más mérito por ser mujer?

Llegados a este punto, que digan lo que quieran. Yo, y todos los que me conocen de verdad, saben todo lo que me ha costado llegar hasta aquí.

¿Qué opina del movimiento Me Too?

Me parece el germen de algo mucho mas grande, que si siquiera sus creadoras pudieron medir: un movimiento que trascenderá fronteras e impulsará a muchos más cambios más rápidamente. Mira lo que ya está pasando en el mismo corazón del Islam, en la Meca.

¿Alguna vez ha sido tratada con condescendencia o paternalismo por sus colegas?

¿Alguna vez? Sólo unas cuantas miles de veces. La de sopapos mentales que he dado es inversamente proporcional a la de sapos que me he tragado.

¿Qué figuras forman parte de su vida?

Los clicks de Famóbil y una figurita de Edward Scissorhands de coleccionista que me regalaron hace años.

¿Recuerda el primer premio que ganó?

Fue un premio de redacción en el colegio por una redacción que se llamaba “Los segundones” .El premio era una goma de borrar de nata Milano y una carpeta

Ha terminado la entrevista y no le voy a preguntar por el ‘temita’ -el proceso de independencia de Cataluña-.

Gracias, se lo agradezco.

Por cierto, ¿sigue abriendo las galletas de la suerte que le dan en los restaurantes? ¿qué dicen?

Juro que la última la abrí una semana antes de la ceremonia de los Goya y decía “Quizás ganarás”.