El mejor sonido de la 32 edición de los Goya

Foto: ©Jorge Alvariño

Aitor Berenguer, Gabriel Gutiérrez y Nicolás de Poulpiquet hablan del envolvente sonido en Verónica

Diálogos de los más pequeños

De las conversaciones mantenidas con Paco Plaza antes del comienzo del rodaje, pude sacar una primera conclusión: el reto más importante al que tenía que enfrentarme sería el de capturar los diálogos de cuatro pequeños actores, cambiando la forma habitual de rodar: sin marcas, sin ensayos, con dos cámaras y prácticamente a toma única, robando esos momentos espontáneos que probablemente serían irrepetibles.

Dos booms en el set dieron mucho juego, junto con algunos micrófonos escondidos en el decorado, para poder cubrir esas zonas donde sabíamos que no llegaríamos a tener una posición óptima. Decidimos que todos los actores llevarían micrófonos inalámbricos antes de entrar en el set, y muchas veces rodábamos mientras se ultimaban detalles antes de dar acción.

Una experiencia muy interesante fue la de trabajar con Paco Plaza en el registro de esos momentos de interpretación de los pequeños. Todo un reto que nos proporcionó momentos muy gratificantes. Gran trabajo el del editor de diálogos Ignacio Sánchez-Elvira, en la limpieza y composición de los diálogos, de Gabriel Gutiérrez en el diseño de sonido y de Nicolás de Poulpiquet en la mezcla final.

Por Aitor Berenguer, responsable del sonido directo

Experimentación y aprendizaje

El sonido de Verónica ha buscado siempre ser coherente en la búsqueda del naturalismo, tanto para reconstruir atmósferas cotidianas como para la creación del mundo sobrenatural al que accede la protagonista y le acompaña a lo largo de la historia.

Paco Plaza es un director que maneja el sonido con muchísima habilidad, como una gran herramienta narrativa y efectiva, a la hora de generar sensaciones en el espectador. En Verónica ha habido una gran cantidad de experimentación, de búsqueda y de aprendizaje. La película nos ha ido determinando qué elementos aceptaba y cuáles no. Paco estuvo tremendamente acertado a la hora de escoger qué tipo de sonidos serían más auténticos para su historia, y cuales podrían ser extremadamente efectistas. En numerosas ocasiones apostamos por planteamientos sencillos que han demostrado gran efectividad. La utilización del silencio de forma expresiva ha resultado ser una de las herramientas más poderosas para crear estados de ánimo de máxima tensión.

Para crear un sonido lo más orgánico posible utilizamos herramientas analógicas. Regrabamos en cinta magnética partes importantes del sonido de la película, gran parte del diálogo y algunos pasajes de diseño de sonido específico. Nos pareció que este proceso transformaba el sonido en algo mucho más cálido y orgánico, algo que nos pareció aportaba muchísimo a la historia.

Por Gabriel Gutiérrez, de diseño de sonido – mezclas

A cuatro manos

De Verónica destacaría un sonido directo impecable de Aitor Berenguer, el minucioso trabajo del equipo de menos12db y su banda sonora ‘analógica’ (obra de Eugenio Mira y mezcla de José Vinader).

Un sonido que requería de un especial cuidado, debido a las dinámicas características de una película de terror, y en el que he podido disfrutar de la profesionalidad de Gabriel Gutiérrez, un trabajo de mezclas a cuatro manos que repetiría sin duda.

Estoy enormemente agradecido por recibir este Goya y compartirlo con ellos.