Y el Goya de Honor es para…

Foto de Josefina Molina

Goya de Honor 2012 · 26 Edición

Josefina Molina

Directora

Córdoba, 1936

Fue la primera mujer en obtener el título de Dirección en la Escuela Oficial de Cinematografía, y la Academia le concedió el Goya de Honor en 2012 por su contribución al cine español. “Lo agradezco muchísimo. Aunque a mí estas cosas me abruman, me he puesto muy contenta. Es un honor muy grande que los compañeros se fijen en ti”, declaró la cineasta cuando conoció la concesión del galardón.

Durante toda su carrera, simultaneó trabajos en cine y televisión. En su ópera prima, Vera, un cuento cruel (1973), se lanzó de lleno al género fantástico y contó con la participación de Fernando Fernán-Gómez, Julieta Serrano y Alfredo Mayo, entre otros. Fue en 1981 con la transgresora Función de noche cuando alcanzó su cénit profesional. Esta cinta fue una exploración del mundo de la pareja a través de la relación de dos actores: Lola Herrera y Daniel Dicenta, que por entonces llevaban separados quince años.

Esquilache

En 1989 llevó al cine Esquilache, basada en Un soñador para un pueblo, de Antonio Buero Vallejo; y en 1991 dirigió a Charo López y Miguel Bosé en la comedia crítica Lo más natural. Su último largometraje para la gran pantalla fue La Lola se va a los puertos que, basada en la obra de Antonio y Manuel Machado, reunió bajo los focos a Paco Rabal y Rocío Jurado. Su filmografía incluye también cuatro cortometrajes: La otra soledad (1966), Aquel humo gris (1967), Melodrama infernal (1967), y La rama seca (1972). En televisión dirigió destacadas producciones como Escrito en América, Teatro de siempre, El camino, Teresa de Jesús y Entre naranjos, entre otras. Ha recibido varios galardones a lo largo de su carrera, como el premio Mujer de Cine, que otorga el Instituto de la Mujer, y es presidenta de honor de la Asociación de Mujeres Cineastas (CIMA).

Siempre preocupada por la situación de las mujeres en la industria del cine, Josefina Molina asegura que “en la época en que yo intenté hacer cine no era fácil, pero hay que luchar contra la inercia. El trabajo siempre es doble en el caso de las mujeres: atender a tu profesión y a tus tareas. Eso implica que si vuelcas tus esfuerzos en uno de los dos caminos, tienes que prescindir de lo otro en cierta medida”.
Desde que terminara su última producción en 1997 “me he dedicado a vivir. Hay un momento en que te das cuenta del cambio generacional, no estás dispuesto a transigir con ciertas cosas y llega un punto en el que traspasas tus intereses. Eso sí, la curiosidad me ha podido siempre”.

 

©Alberto Ortega

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©Enrique Cidoncha

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