Una transformación a contrarreloj

marzo 12, 2020 34 Edición ·

El responsable de la dirección artística de la gala de los 34 Premios Goya, Llorenç Miquel, comparte el proceso para transformar el Palacio de Deportes Martín Carpena en un escenario adecuado para los Premios Goya

 

| Por Llorenç Miquel

Cuando llegamos por primera vez al Polideportivo del Martín Carpena, nos quedamos paralizados por las enormes dimensiones y la cantidad de espacios, tanto interiores como del exterior, en los que se tenía que intervenir para que el lugar tuviera el nivel de elegancia que requería la gala de los Goya.

Lo primero que había que solucionar era el espacio exterior, diseñar una puerta de estrada que tuviera las dimensiones y la estética para acompañar a la alfombra roja.

Fueron muchas las propuestas que presentamos el equipo formado por Jordi Canora, Pep Oliver y Genis Solé. Al final optamos por una fachada con formas piramidales que, acopladas entre sí, formaban un retícula que permitía ser iluminada, tanto desde el interior como del exterior. Esto lo acompañamos con unas pantallas de luces LED proyectando formas doradas.

La fase de construcción estuvo a cargo de la empresa malagueña Merlín que, con un tiempo muy ajustado y unas inclemencias climáticas complicadas, realizaron todo el contenido exterior e interior.

 

Foto: ©Ana Belen Fernández

Foto: © Marino Scandurra

Ponemos cifras al desafío técnico y creativo que supuso la adecuación del Palacio de Deportes Martín Carpena de Málaga, que en pocos días debía transmutar su cancha en un espacio ideal para una entrega de premios. Un escenario de 580 metros rodeado por una estructura que soportaba un techo técnico de 20 toneladas a 15 metros de altura, una grada con capacidad para más de 500 personas, 6.000 metros cuadrados de moqueta y casi 4000 m2 de telas, telones y refuerzos textiles fueron necesarios en esta metamorfosis, donde se apostó por una innovadora escenografía visual dominada por las pantallas.

Foto: ©Ana Belen Fernández

Foto: ©Ana Belen Fernández