Emociones vitales

Truman, con cinco premios, triunfa en la 30 edición de los Goya

©Miguel Córdoba

©Miguel Córdoba

La vida y la muerte (Truman), la supervivencia (Nadie quiere la noche), la amistad y la soledad (A cambio de nada), el amor (La novia) y la solidaridad (Un día perfecto). Un cine de emociones y de sentimientos elementales que cuenta historias de seres humanos y sus relaciones concentró la atención en el trigésimo cumpleaños de los Premios Goya, aniversario en el que, entre la variada cosecha de nuestro cine, destacó el séptimo largometraje de Cesc Gay, Truman, que conquistó cinco galardones de los seis a los que optaba. De los 28 premios que se distribuyeron, Nadie quiere la noche, de Isabel Coixet, obtuvo cuatro; A cambio de nada, dos, el mismo número que La novia; y Un día perfecto, uno de los ocho a los que estaba nominada. Ricardo Darin y Natalia Molina fueron coronados como los mejores intérpretes del año.

Por Chusa L. Monjas

Cine y emociones formaron pareja en la gran noche del cine español, una ‘película’ que empezó a la diez de la noche con imágenes de anteriores ceremonias arropadas por una canción que festejaba las tres décadas de historia de los Goya. Un níveo y majestuoso busto del pintor contempló lo que sucedía en el Madrid Marriott Auditorium Hotel, escenario en el que veteranos y jóvenes profesionales de nuestra cinematografía recogieron sus estatuillas en medio de números de magia a cargo de Jorge Blass; la canción ‘Hoy es el día de los enamorados’; las actuaciones de Joan Manuel Serrat (‘Los fantasmas del Roxy’) y del dúo Bibiana FernándezManuel Bandera (‘Las cosas del querer’); los tambores y bombos de Calanda en homenaje a Luis Buñuel; y los monólogos y chascarrillos de Dani Rovira, el presentador de la gala que junto a Berto Romero realizó una particular versión de ‘Mujer contra mujer’, ‘Nariz contra nariz’; y chapurreó en francés e inglés con los oscarizados Juliette Binoche y Tim Robbins.
Ante un rebosante auditorio, que se puso en pie en más de un ocasión, el cine español celebró su fiesta anual con nervios, lágrimas, besos, abrazos, risas, reencuentros, agradecimientos, elogios a la familia y al equipo, alusiones a José Luis Cuerda, cita a Manuel Gutiérrez Aragón por su sillón en la RAE y el afectivo vídeo ‘In memoriam’.

Se fueron abriendo los sobres y cinco de ellos contenían el título Truman, la película del año para los académicos, distinción a la que sumó Mejor Dirección (Cesc Gay), actor protagonista (Ricardo Darin, que a su cuarta nominación logró su primer premio), de reparto (Javier Cámara, que en 2014 recogió el Goya por Vivir es fácil con los ojos cerrados) y Mejor Guión Original (Gay y Tomás Aragay).

©Enrique Cidoncha

©Enrique Cidoncha

Una nueva vida

En la noche del 6 de febrero, cuatro goyas técnicos fueron para la última aventura de Isabel Coixet, Nadie quiere la noche. De sus nueve posibles galardones, el viaje épico de Josephine Peary (Juliette Binoche) por el inhóspito Polo Norte se llevó los de diseño de vestuario (Clara Bilbao), maquillaje y peluquería (Sylvie Imbert, Paco Rodríguez H. y Pablo Perona), dirección de producción (Andrés Santana y Marta Miró) y música original de Lucas Vidal. El músico, compositor y director de orquesta hizo pleno: dos de dos, porque también recibió el Goya a la Mejor Canción Original por ‘Palmeras en la nieve’, tema que creó para la película del mismo título junto a Pablo Alborán, que desató el entusiasmo de las fans más jóvenes.

Juliette Binoche, que volverá a trabajar con Coixet, figuraba en el cuarteto a Mejor Actriz Protagonista con Penélope Cruz (ma ma), Inma Cuesta (La novia) y Natalia de Molina, la más joven ganadora de dos Goya pues su reconocimiento como madre coraje en Techo y comida es su segundo premio en tres años, porque ya fue la Mejor Actriz Revelación por Vivir es fácil con los ojos cerrados. Este año, esta categoría tuvo como destinataria a Irene Escolar, por Un otoño sin Berlín. Miembro de la sexta generación de la saga Gutiérrez Caba, Escolar lleva muchos años pisando las tablas, “pero este es el primer personaje que hago en cine con profundidad, densidad y con desarrollo”, resaltó.

En su última convocatoria, los premios de referencia de nuestra cinematografía también recayeron en La novia y A cambio de nada. La segunda historia de Paula Ortiz convirtió sus 12 opciones en dos premios –Mejor Actriz de Reparto para Luisa Gavasa y la fotografía de Migue Amoedo–, mientras que la ópera prima de Daniel Guzmán conquistó el de Mejor Dirección Novel y Mejor Actor Revelación (Miguel Herrán). El actor y director entregó su galardón a su abuela Antonia, de 93 años, la candidata con más edad en la historia de los Goya, “una estrella que tiene fechas libres”, advirtió a los directores presentes en la gala. Guzmán rompió a llorar por su Goya y también por el de Herrán, que protagonizó uno de los momentos de la ceremonia cuando le miró y le dijo “tú me has dado una vida”.
Más contenido, Fernando León de Aranoa ganó el Goya al Mejor Guión Adaptado por Un día perfecto, basado en la novela de Paula Farias Dejarse llover. “Las películas no compiten entre ellas”, apostilló el cineasta.

En la ceremonia de los Goya 2016 también se escuchó El desconocido (montaje y sonido), Palmeras en la nieve (dirección artística), Anacleto: agente secreto (efectos especiales), Atrapa la bandera (película de animación, género que en España celebra su centenario), Sueños de sal (película documental), El clan (película iberoamericana, apartado en el que por segundo año consecutivo se reconoce una coproducción hispano-argentina) y Mustang (película europea).
Y de los largos a los cortos ganadores: El corredor, de José Luis Montesinos (ficción); Alike, de Daniel Martínez Lara y Rafael Cano Méndez (animación); e Hijos de la tierra, de Axel O’Mill Tubau y Patxi Uriz Domezáin.

El Goya de Honor recibe el aplauso de la platea ©Marino Scandurra

El Goya de Honor recibe el aplauso de la platea ©Marino Scandurra

Por y para el público

“Los aplausos del público me han emocionado mucho. Son 89 los años que tengo y debe de ser por eso que me he puesto un poco blandorro”. Mariano Ozores, el hombre que supo hacer el cine que gustaba a la gente, se conmovió al ver que el público se puso en pie y aplaudió calurosamente su Goya de Honor.
Subió con su hija María Teresa al escenario, donde sus sobrinas Adriana y Emma entregaron el premio honorífico al realizador y guionista octogenario que dedicó el trofeo a todos los actores que habían trabajado con él. Fernando Rey, Alfredo Mayo, José Luis López Vázquez, Alfredo Landa, Pilar Bardem, Juanito Navarro, Manolo Escobar, Concha Velasco, Manolo Zarzo, Pajares y Esteso, sus hermanos José Luis y Antonio, “y muchos más que me quedo en tintero pero que los llevo en mi corazón. Todo esto no hubiera sido posible sin los actores que han intervenido en mis películas”. La nómina era extensa porque el prolífico cineasta firmó 96 largometrajes que conectaron con el espectador, a quien también se dirigió don Mariano. “Hay un ente misterioso al que se lo debo todo, el público, el respetable público”.
Sus sobrinas, las actrices Adriana y Emma Ozores, destacaron el “respeto y lealtad” del homenajeado hacia la profesión y lo divertidos que eran sus rodajes. “Una vez me dijeron que la sonrisa y el pasarlo bien hace que se potencien nuestros mejores sentimientos. Gracias por hacernos mejores personas con tu trabajo. Sonreír es la mejor forma de contribuir a un mundo mejor. Seguirás brillando en las sonrisas de los que hemos aprendido a ser más felices gracias a ti”, manifestó Emma, la hija de Antonio. Su prima Adriana, por su parte, agradeció a la Academia la concesión del galardón. “Ha tenido que llegar un comediante para que se lo den –en alusión a Antonio Resines–. Se lo tenía merecido hace mucho tiempo”, resaltaron Andrés Pajares y Fernando Esteso, que en nueve ocasiones recibieron órdenes de Mariano Ozores. “Solo hicimos 9 películas con él, pero como las ponen tantas veces en televisión parece que han sido 90”, apostilló el popular dúo.

Dani Rovira charla con Penélope Cruz y Javier Bardem. ©Enrique Cidoncha

Dani Rovira charla con Penélope Cruz y Javier Bardem. ©Enrique Cidoncha

Sí es cultura

Fueron unos Goya muy repartidos que se entregaron en 190 minutos, tiempo en el que el presidente de la Academia de Cine, Antonio Resines, mencionó el IVA cultural, atacó la piratería, homenajeó a Luis García Berlanga y no terminó su discurso con un rap. “El cine sí es cultura, y como es cultura debería ser una cuestión de Estado, al margen de partidos e ideologías”, destacó el presidente, que parafraseó una de las frases más conocidas de Amanece que no es poco: “Nosotros somos contingentes, pero vosotros sois necesarios”.

A la cita anual del cine español este año acudieron Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Alberto Garzón. “La Academia tiene una sala con una mesa, cuatro sillas y un plasma. Os podéis sentar allí y dialogar los cinco”, ironizó Rovira, que hizo varios guiños a las situación política.
El líder del PSOE Pedro Sánchez, que dejó la corbata en casa; el líder de Podemos, con el esmoquin negro de rigor; el líder de Ciudadanos; y el diputado de Izquierda Unida-Unidad Popular, Alberto Garzón, abogaron por una bajada del IVA cultural en la alfombra roja, en la que también tuvieron su momento Iñigo Méndez de Vigo, ministro de Educación, Cultura y Deporte en funciones; la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid; y Patxi López, presidente del Congreso.

Nominados, entregadores, representantes políticos e invitados hicieron el paseíllo, en el que la mayoría de los flashes fueron para Penélope Cruz, Juliette Binoche, Tim Robbins, Javier Bardem, Goya Toledo, Paz Vega, Bárbara Lennie, Clara Lago, Belén Rueda, Macarena Gómez, Úrsula Corberó, Leticia Dolera, Luis Tosar, Silvia Abascal, Verónica Echegui, María León, Juana Acosta, Ricardo Darin, Aura Garrido, Nerea Barros, Álex García, Pablo Alborán, Victoria Abril, Asier Etxeandia, Óscar Jaenada, Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler. Una alfombra roja de elogios, quinielas, proyectos y moda, preludio de una gala que concluyó como todos los rodajes, con la foto de equipo, que convocó a casi cuatro millones de personas, 3.949.000, con un share del 25,9%, frente a la pantalla de La 1 de TVE. El ‘minuto de oro’ –el más visto del día– se produjo a las 23:58 horas, cuando un total de 4.810.000 espectadores estaban viendo la entrega de galardones, lo que signfició un 31,5% de share.