“Como arco dramático 2015 ha sido inmejorable”

Fernando León de Aranoa | Un día perfecto

Un día perfecto. Rodaje (4)

A Fernando León de Aranoa las ocho nominaciones de Un día perfecto le pillaron en pleno vuelo volviendo de La Habana. Regresaba a unos premios que han reconocido su trabajo desde su primera película, Familia, y en los que no estaba desde 2008. Director, guionista y productor, se reivindica ante todo como contador de historias y defiende que si algo vertebra su filmografía es la curiosidad por entender y explicar aquellas realidades de las que oímos hablar a diario en los medios.

Por María Gil

¿Qué Goya le gustaría llevarse la noche de los premios?
Los reconocimientos para los actores me gustan mucho, en este caso pienso en Tim Robbins, porque siempre con ellos estableces una relación muy especial. Su compromiso con la película es muy fuerte y te gusta que la cinta les devuelva ese compromiso y ese trabajo tan intenso. Y, personalmente, como empecé como guionista y me considero guionista antes que nada, ese es un premio que cuando me lo han dado o he estado nominado me ha hecho especial ilusión.

En el caso de Tim Robbins además el azar tuvo mucho que ver con su presencia en la película.
Es una sugerencia de Benicio del Toro. Se lo encontró un día en un aeropuerto y hablaron de sus proyectos y, después de esa conversación, fue Benicio quién me sugirió la posibilidad. Me pareció una magnífica idea y yo enseguida le mandé un guión y aceptó formar parte de la historia. Creo que es un halago que ambos quisieran participar, pero ellos y cualquier otro actor. En el fondo lo que significa es que lo que has escrito tiene sentido para alguien, no solo para ti

¿Hace falta recordar al público que hay países que siguen en conflicto y el papel de los cooperantes?
Siento que en la ficción pocas veces se les ha contado y, sobre todo, pocas veces se les ha contado por dentro. A veces la imagen que se ha dado de ellos es más estereotipada: la del héroe que está resolviendo conflictos en tierra extraña. Me interesaba mucho contar su rutina, el trabajo que hacen; pequeño, pero muy duro y muy valioso. Es el que aparece en la película y que tiene que ver con arreglar letrinas, desatascar tuberías, pozos… Si hay algo heroico en ellos es hacer lo que nadie quiere hacer y seguir haciéndolo pese a la burocracia y los fracasos.

Un día perfecto

¿Qué le ha aportado el humor a esta historia?
La vida es una comedia dramática. No es un género que eliges, sino que el género lo pone la vida y, en el caso de los trabajadores humanitarios y de su oficio, es todavía más importante. El humor es una herramienta tan fundamental como el salvoconducto o los coches en los que se desplazan. Al haber hecho varios documentales acompañándolos, yo entendí que lo que hacía que todo aquello flotara era una buena broma, que en otro contexto no se comprendería pero que allí dices ‘sin esta válvula de escape esto sería insufrible’.

¿Qué peso está teniendo el reparto internacional en el éxito de la cinta? ¿Ha ayudado a llevarla a otros países?
Lo que más ayuda a la vida de las películas es su calidad y la calidad del trabajo, más allá de su nombre y su cartel. La película una vez que la presentamos en Cannes se empezó a vender en muchos territorios y está ahora en ese momento de presencia internacional. Yo acabo de volver de Italia de presentarla, se ha estrenado en Alemania, se estrenará en Estados Unidos, en Francia… Si es verdad que tiene mucha vida internacional, que ya ha empezado y que seguiremos viendo los primeros meses de 2016.

Una vez desvelados los nominados y terminado el 2015, ¿qué radiografía hace de nuestro cine?
Si algo hace rico al cine español es su variedad, creo que es un síntoma de riqueza. Esa diversidad es la que hace un retrato de la España de hoy, no una sola película. Casi siempre es falso cuando se dice que una película retrata el tiempo en que vivimos, creo que es más bien un mosaico de todas esas películas el que ayudaría a entender a un hipotético espectador futuro quiénes éramos en 2015.

Una diversidad y calidad que ha sido posible pese a las dificultades económicas, el IVA cultural…
Para trabajar haciendo películas, que son tan difíciles de levantar, hay que tenerlo muy claro. Hay gente que lo consigue porque le pone mucho empeño y a veces arriesgando todo. Todos tenemos amigos en esta industria que han hipotecado su casa para sacar adelante un proyecto, que a veces ha ido bien y muchas veces no ha ido bien. Este oficio tiene mucho de profesión y mucho de vocación y de pasión, con mucha gente haciendo todo lo posible y lo necesario para contar historias. Lo que no significa que la posibilidad de producir películas no deba mejorar y simplificarse.

Las alegrías por Un día perfecto llegan en una época muy intensa, cuanto está ultimando el documental sobre Podemos.
Este es un año que todo el mundo está viviendo muy intensamente. Como arco dramático 2015 ha sido inmejorable y este final de la legislatura con las elecciones tiene mucha tensión dramática. Lo que intentamos es que todo eso quede reflejado en el documental, pero su interés debe ser independiente tanto del resultado como de la proximidad de las elecciones. Ese no es el objetivo.