A la memoria de Yamiled Giraldo | Sobre el Mejor Cortometraje Documental

Foto: ©Papo Waisman

La directora y productora de Biografía del cadáver de una mujer, Mabel Lozano, reivindica que el Goya a Mejor Cortometraje Documental es muy importante para dar voz a miles de mujeres y niñas víctimas de trata sexual.

 

|Por Mabel Lozano

 

Quemadas vivas, descuartizadas, apalizadas, asesinadas con arma de fuego, acuchilladas… Desde 2000, más de 47 mujeres en situación de prostitución han sido cruelmente asesinadas en España, incluso aquellas que habían denunciado como testigos protegidas. Ellas no merecen ni siquiera entrar en las “cifras oficiales” de violencia de género, por lo que sus nombres caerán en el olvido y sus cortas vidas no dejarán huella alguna.

Yamiled Giraldo salió de su país pobre con la única compañía de una pequeña maleta que contenía todas sus pertenencias, más los miedos y la incertidumbre de llegar a un lugar donde no conocía a nadie, donde tan solo tenía una dirección, un nombre por el que preguntar y la promesa de un trabajo en una fábrica de seda en el norte de España. También en esa maleta viajaban la ilusión, el sueño europeo de tener una oportunidad para ella y para sus dos pequeños que se habían quedado en Colombia. Esos niños eran la razón de la melancolía que abrazaba hasta la asfixia a Yamiled, mientras miraba por la pequeña ventanilla. Lo que no imaginaba la joven colombiana era que ese avión la conducía a una muerte segura, pero que antes debía descender a los infiernos. Al bajar del avión, un demonio con rostro de hombre salvaje y violento la violó en su coche nada más recogerla en el aeropuerto de camino a su prisión de luces de neón. Ese club de carretera del que no podía salir y que decían era “su casa”, por la que tenía que pagar 70 euros diarios, que se sumaban día tras día a los 6000 euros que decía aquel demonio que debía a la organización criminal. Aquella persona era un proxeneta, y ella de su propiedad, según él. Se había convertido en una mujer “de deuda”.

En el 2009 Yamiled se decidió a denunciar al monstruo que la engañó, violó, secuestró y vendió como carne, consiguiendo el estatus de testigo protegida. El individuo, que regía un prostíbulo en Irún, fue acusado y sentenciado a 18 años de prisión por un delito de agresión sexual y aborto contra una serie de mujeres prostituidas, y fue ese mismo demonio con carné de identidad de persona quien desde dentro de la cárcel de Pamplona contrato un sicario por 10000 euros, que salieron del burdel de Irún que nunca se cerró (lo más probable que fuera producto de explotar a otras mujeres) para asesinarla a tiros delante de su hijo de 14 años, en un pequeño pueblo de Pamplona.

La noche de los Goya escuchasteis mi voz, me visteis a mí, pero en realidad durante 60 segundos fueron las voces, la palabras de millones de víctimas invisibles de explotación sexual en el mundo.

“Este premio es muy importante para dar voz a miles de mujeres y niñas víctimas de trata sexual.

Mujeres cada día más jóvenes que llegan a nuestro país en busca de una oportunidad, un futuro para sus hijos, para su familia.

Tienen deudas con sus dueños explotadores que las venden como esclavas sexuales en clubes, en pisos, calles y rotondas, con la complicidad de quienes las compran como si fueran un saco de carne y la indiferencia del resto que mira para otro lado.

Es difícil que puedan salir de ese infierno si no les ofrecemos alternativas.

Tú solo ves la desnudez de sus cuerpos. ¡Míralas! De lo que están desnudas es de derechos”.