Y el Goya de Honor es para…

Foto de Antonio Banderas

Goya de Honor 2015 · 29 Edición

Antonio Banderas

Actor, director y productor

Málaga, 1960

Del Goya de Honor más joven hasta la fecha, Pedro Almodóvar dijo, minutos antes de entregarle el galardón, que “los ojos de los personajes masculinos de los ochenta eran los ojos de Antonio Banderas. Nadie como él ha mirado con tanta pasión y con tanto deseo. Tengo que agradecerle que se haya lanzado a todos los abismos a los que yo le empujé sin miedo, sin control y sin paracaídas. Los ochenta fueron de Antonio, pero en los noventa consiguió triunfar fuera de nuestras fronteras”. Y vaya sí lo hizo: Antonio Banderas llegó a Madrid desde su Málaga natal dispuesto a comerse el cine español y la capital a dentelladas.

 

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©La ley del deseo

 

Se estrenó de la mano del realizador manchego en Laberinto de pasiones (1982). Fue su primera película de una filmografía que abarca ya más de noventa títulos, y en la que ha trabajado con realizadores nacionales como Fernando Trueba, Montxo Armendáriz, Vicente Aranda, José Luis García Sánchez y Gerardo Vera, entre otros. A principios de los noventa, se lanzó a la aventura de conquistar el mercado estadounidense, en el que rodó Los reyes del mambo tocan canciones de amor sin apenas saber inglés. Este fue el primer filme de este profesional en EE.UU., donde se ha embarcado en muy distintos papeles y roles en películas como Philadelphia, Entrevista con el vampiro, Shrek, Evita, Desperado Frida, El Zorro, Conocerás al hombre de tus sueños

En su discurso de agradecimiento del Goya de Honor, el malagueño sin fronteras afirmó “todo lo que tengo se lo debo a mi profesión, a la que preferiría denominar vocación. Pero mucho más importante que esto, le debo no tanto lo que tengo, sino lo que soy. La vida como una aventura, o quizá como un juego. Siempre me ha gustado la palabra jugar, incluso para definir mi tarea como actor, director o productor”. Y es que José Antonio Domínguez Bandera no quiso quedarse con ser pionero en aquello de cruzar el charco, sino que también ha querido saborear las mieles de la dirección y la producción. A finales de los noventa, se lanzó a dirigir su ópera prima (Locos en Alabama), a la que siguió El camino de los ingleses (2006), protagonizada por Alberto Amarilla, Félix Gómez, Raúl Arévalo y Mario Casas. Su labor como productor ha abarcado, entre otros, proyectos de animación –El lince perdido, La dama y la muerte y Justin y la espada del valor– y la cinta de ciencia ficción Autómata, de Gabe Ibáñez.

Entre los numerosos reconocimientos que le han brindado a lo largo de su carrera figuran el Premio Donostia, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, y varios títulos de doctor Honoris Causa como el Dickinson College, la Universidad de Pennsylvania y la Universidad de Málaga. A todos ellos sumó el Goya de Honor en 2015, galardón que recogió entre aplausos y con la platea puesta en pie, de la que se despidió con contundencia, vitalidad y esperanza: “Acaba de comenzar la segunda parte del partido de mi vida”.

 

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©Marino Scandurra

Two Much (3)

©Two much

La piel que habito 2

©La piel que habito