La sombra de Evita: volveré y seré millones

En 1947, en agradecimiento por la venta de trigo a una España aislada del mundo, Franco invita a Perón a una visita oficial, pero es Eva Duarte de Perón la que llega. Perón no quiere desairar a Franco pero tampoco le interesa quedar vinculado a un régimen fascista, así que envía a su esposa, que con 28 años y nula experiencia diplomática se enfrentará a una larga y complicada gira europea, la “Gira del Arco Iris”. La imagen de Eva fascina a los españoles pero su discurso irrita a Franco y su actitud ofende a su esposa Carmen Polo. La mujer del Generalísimo representa la imagen antagónica de Evita. Es una aristócrata rancia, ultracatólica, sin atractivo físico ni simpatía, pero se cree tocada por la misma gracia divina que su marido y comparte la misma soberbia. Evita es todo lo contrario: de expresión llana, atractiva, emana cierta sensualidad que junto a un pasado claroscuro y la meditada frivolidad con la que luce sus pieles y joyas, la convierten en una diva para el pueblo. Su juventud y desenfado encandila a millones de personas y el fervor con que la aclaman la lleva a descubrir su poder personal para cautivar a las masas. Se podría decir que llega a España como Eva Duarte de Perón y regresa a Argentina como la Evita histórica, la que pasará a la posteridad. A su regreso desarrolla una actividad frenética para implantar en Argentina una serie de mejoras sociales. Consigue el voto para la mujer, construye hospitales, escuelas, centros para madres solteras, colonias de vacaciones y barrios enteros para familias humildes. Pero aparece el cáncer y en poco tiempo se lleva la vida de Evita que muere a los 33 años y sume al país en un profundo desconsuelo. Se organizan los funerales más aparatosos y largos de era moderna con colas kilométricas para honrar el cuerpo de Evita, que ha sido embalsamado por un especialista español por orden de Perón. Cuando Perón es derrocado y se exilia, el cadáver queda en manos de la oposición que no saben qué hacer con él. No se atreven a destruirlo y lo esconden de la resistencia peronista en diversos lugares hasta que lo entierran en un cementerio de Milán con nombre falso, donde permanecerá durante 19 años. Por fin es devuelto a Perón en su finca de Puerta de Hierro en Madrid, así que Evita visita España por segunda vez. Finalmente es devuelta a Argentina y enterrada en el mausoleo familiar de la Recoleta en Buenos Aires. Poder y humillaciones marcaron la vida de esta mujer de actitud muy moderna para la época y que dejó una impronta en la España de postguerra. Entrevistamos a un ministro de su época, a historiadores y escritores especializados en Evita, a su sobrina nieta – actualmente presidenta del Museo Evita. Analizamos su peculiar peinado y vestuario que marcaron fuertemente su personalidad. Se analiza con una grafóloga profesional sus rasgos más profundos. Se analiza con historiadores el contraste de la personalidad de Evita con aquella España gris, pobre y pacata. Por primera vez en más de 50 años se utilizan secuencias del NODO para ilustrar el viaje de Evita a España y el contraste con el modelo de la mujer española del Régimen. Un viaje que cambió el curso de la vida de Evita.