A mediados de la década de los 90, el rodaje del primer largometraje de un joven director español llamado Alex Fortuna, una moderna versión del mito de Orfeo, se interrumpió repentinamente y quedó en el olvido. Su equipo estaba formado por un grupo de estudiantes del “Centro Spertimentale di Cinematografia” de Roma, la escuela de cine mas antigua del mundo, cuya media de edad no superaba los 25 años. En el reparto, actores de culto como Franco Citti o Rafael Alvarez “El Brujo”, junto a jóvenes promesas que debutaban ante las cámaras como un jovencísimo Ginés García-Millán en el papel protagonista. Como él, muchos son hoy actores y cineastas consagrados. Aunque aquel debut colectivo, que nunca llegó a nada, los unió bajo el estigma de “The Unmaking generation”.