Descubriendo a los nominados a Mejor Sonido

©Anacleto: agente secreto

©Anacleto: agente secreto

Anacleto: agente secreto | por Sergio Bürmann, Marc Orts y Oriol Tarragó

Los sonidos de un cómic

Anacleto: agente secreto es una película atemporal, con un look muy elegante y especial. El mayor reto de sonido en el rodaje fue evitar la más mínima contaminación acústica en los diálogos. Las localizaciones, casi todas en el centro de Barcelona, fueron bastante ruidosas y variadas. También teníamos muchos efectos mecánicos, sobre todo en las escenas de acción, que complicaban la captación óptima de sonido. Había que mantener los diálogos aislados de todo el entorno para que fueran acorde a esas imágenes limpias y nada urbanas.

Pero las ventajas durante el rodaje fueron muchas. Javier Ruiz Caldera tenía muy claro en la cabeza cómo iba a ir montada la película, y eso fue una enorme ventaja para determinar en qué planos había que luchar por sonido y en cuáles no. Javi transmitió mucha información y nos ha ayudado en todo momento; es un placer trabajar así. Los actores, muy colaboradores y generosos, también facilitaron enormemente las cosas. El equipo de ayudantes es de primera, y sin ellos sería imposible hacer nada bueno: Óscar Segovia, Salvi Álvarez y Jesús Molina.

El diseño de sonido ha sido un apasionante ejercicio de encontrar el tono único que Javi ha querido dar a la adaptación del cómic de Manuel Vázquez. Javi Ruiz ha contado desde el principio con la expresividad del sonido para que la película funcionara como él quería. Es un estilo cercano, cotidiano, que refleja el día a día de un personaje de la vida real al que le suceden cosas de agente secreto. Precisamente allí está el tono de Anacleto, y allí es donde entra la comedia. La idea era mantener un corte realista en todas las escenas, que viene roto por sucesos poco habituales muy exagerados por el sonido. Estos momentos interrumpen escenas como si fuesen un huracán, imprimiendo salidas de tono y generando gags constantes.

Para encontrar esos gags rediseñamos sonoramente todas las escenas en posproducción, moldeando sonido a sonido, en concordancia con el tono general deseado. Hemos intentado crear un código sonoro que tuviera una expresividad diferente, en cada golpe, en cada disparo, personalizando cada sonido en función del momento dramático. No todos los golpes o disparos suenan igual; había que explicar un dolor diferente, un punto de vista diferente en cada sonido.

El último proceso son las mezclas, quizá el más gratificante para el director, ya que ve la película en su conjunto: diálogos, músicas y diseño de sonido, efectos sala… Combinar humor y acción era difícil no solo a nivel de imagen, sino también a nivel sonoro, ya que no podía caer en el sonido de tipo cartoon. Todo el equipo de ‘Coser y Cantar’ lo puso en bandeja para realizar el proceso de mezclas, sin olvidarse de la excelente música, que le dio el broche final.

©El desconocido

©El desconocido

El desconocido | por David Machado, Jaime Fernández y Nacho Arenas

La velocidad del sonido

Como responsables del departamento de sonido nuestra misión era ayudar a Dani de la Torre a crear esa intensidad que enganchase al espectador en la butaca, a la vez que dar credibilidad al juego de personajes en off apareciendo a través del teléfono. Ya desde el rodaje la propuesta era todo un reto. Un coche en marcha es un sitio que no permite la clásica situación de un microfonista que controle el micro para seguir a los actores. Hubo que crear un sistema de micrófonos escondidos, tanto en los actores como en puntos estratégicos de los coches en movimiento para poder recoger toda la acción. Asimismo, se ideó un sistema de escuchas para que las intervenciones telefónicas pudieran hacerse en vivo, de tal forma que los tres personajes atrapados pudieran interactuar con la intensidad necesaria.

Y cuando la película nos llevaba a espacios abiertos, nos encontrábamos con espectaculares planos secuencia que exigían gran pericia por parte del equipo de sonido directo. Rodar en una ciudad nunca es fácil, y menos cuando tienes que hacerlo en una plaza en el corazón de A Coruña o el clímax de la película se desarrolla junto a un transatlántico. Y aquí es donde el equipo de directo se alía con la posproducción. Con el objetivo en mente de doblar lo menos posible, el trabajo de montaje de los diálogos fue exhaustivo, quizás el mayor que hayamos tenido que hacer. Pero el doblaje sí es importante en esta película. El desconocido es un personaje creado en gran medida en una sala de doblaje, donde Javi Gutiérrez hizo un trabajo de voz inigualable.

En un thriller como este, el público ha de sentir de cerca las explosiones, las sirenas que nos persiguen o los helicópteros que nos sobrevuelan. Y todo ello sin olvidar que A Coruña también es un personaje, y en la ambientación de la película quisimos recoger muchos sonidos característicos de la ciudad. Posteriormente, en la sala de mezclas, le dimos forma a la combinación de todo: que los diálogos no perdieran su intensidad, que el espectador no se perdiera entre todas las conversaciones cruzadas, que los efectos de sonido impactaran y que la fantástica música de Manuel Riveiro hiciera volar la trama. Un regalo para cualquier sonidista. Gracias, Dani.

Foto. ©Jorge Fuembuena

Foto. ©Jorge Fuembuena

La novia | por Nacho Arenas, Clemens Grulich y César Molina

El universo sonoro de Lorca

Tener la responsabilidad de grabar a un magnífico elenco dando vida a la palabra de Lorca es el reto que Paula Ortiz nos planteó con el guión de La novia. En ese mundo que se mueve entre el susurro y el grito, siempre planeaba la necesidad de proteger el texto y la interpretación en directo como gran objetivo. Gracias al equipo de rodaje por ayudarnos. Rodarla en unos espacios desiertos, hipnóticos y áridos, que intentaban ahogar el murmullo entre viento y truenos, fue quizá lo más difícil. Pero oír cómo esas frases y canciones (muchas de ellas interpretadas en vivo) cobran vida en la pantalla ha sido una gran satisfacción.

Es un regalo para el diseño de sonido, pero Bodas de Sangre no es cualquier texto e impone mucho al encarar el montaje de diálogos. La edad de la obra requiere un cuidado especial a la hora de editar la voz para que todas y cada una de las palabras acaricien y golpeen al espectador. En los momentos más cautivos e íntimos recurrimos al doblaje para conseguir el vacío que necesitamos y hacer que la pantalla respire. A continuación trabajamos mucho en los elementos simbólicos tan presentes en la obra de Lorca, y el caballo es una de las apuestas más arriesgadas. Grabado ex profeso para la película, su relincho pertenece a un ejemplar de semental lusitano en celo, y representa un destino sobrenatural inevitable.

Afrontamos una secuencia particularmente compleja de componer: la novia camina a través de una fragua repleta de recipientes de cristal que explotan a su alrededor. El tiempo se detiene y miles de esquirlas de vidrio flotan en el aire y bailan a su alrededor por toda la sala. El trabajo de reconstrucción sonora era muy delicado, pero tuvimos la suerte de contar con Alejandro López, que creó una batería de sonidos de timbre cristalino muy naturales. Finalmente conseguimos el nivel onírico deseado, con el magnífico trabajo del músico Shigeru Umebayashi, que en esta secuencia adquiere su máximo desarrollo.

Por último, evolucionamos con el ritmo de la película de manera coherente y acompañamos a los personajes en su camino a la locura, pero controlando el nivel de intensidad emocional para no agotar al espectador y a la vez mantener el pulso durante toda la obra. El universo de Lorca te arrasa y nosotros intentamos hacer lo mismo con el sonido. Esperamos que lo disfrutéis tanto como nosotros.

mi gran noche

Mi gran noche | por Sergio Bürmann, Nicolás de Poulpiquet y David Rodríguez

El ritmo trepidante de Nochevieja y de Álex de la Iglesia

El rodaje de Mi gran noche es de los más complejos que nos hemos encontrado. El sacar el sonido directo dentro de una gala de Nochevieja, con ocho actores siempre en cuadro, 200 figurantes, rodeados de luces y 300 pantallas con su ruido, bailarinas, efectos especiales, música, Raphael, plan de trabajo ajustadísimo, tres cámaras… Y todo esto lo metemos en un plató y lo movemos al ritmo trepidante y característico de las películas de Alex de la Iglesia. Podemos asegurar que es un gran reto, y un orgullo que se nos dé la responsabilidad de sacarlo adelante, con la ayuda del equipazo de microfonistas: Coque Laera y Tamara Arévalo.

La principal indicación de Álex fue enfatizar el humor, la inteligibilidad del diálogo y que la película tuviera mucho ritmo. Fue fantástico montar el sonido de una película como esta, que te permite jugar: los sonidos futuristas de la trama de Raphael, la violencia de la manifestación, la compleja edición musical, la generosidad del reparto que vino al estudio solo a hacer gestos, gritos, risas…

Se consiguió no tener que doblar prácticamente nada de diálogo y así poder centrarnos en reforzar la comedia, y con las mezclas se dio la fuerza y la dinámica que necesitaba la película, con una mezcla complejísima dada la cantidad de capas sonoras que tenía. Tiroteos, explosiones y músicas son parte de los ingredientes de Mi gran noche, elaborados para resaltar la comedia, respetando siempre los diálogos. Un cóctel de sonidos con el que tratamos de trasladar al espectador al interior de un plató de televisión en la víspera de Año Nuevo. Una experiencia sonora envolvente, reforzada por el uso de la mezcla por objetos Dolby Atmos.