Historias de gran calado y recorrido
La producción iberoamericana goza de una excelente calidad y un gran prestigio, muestra de ello son las cuatro producciones que han quedado finalistas en la categoría de Mejor Película Iberoamericana en los próximos Premios Goya, de entre los dieciséis títulos que fueron anunciados como preseleccionados el pasado mes de octubre. Pero, antes de comentar sobre cada una de ellas, es preciso hablar de la buena salud de nuestra industria iberoamericana. Por Manuel H. Martín
Anna
La selección siempre es difícil, ya sea a la hora de votar en las nominaciones o programar la Sección Oficial de un festival como el nuestro. La selección es difícil porque, como espectador y profesional, tienes delante gran variedad y calidad, películas de gran calado y recorrido, ya sea con éxito de público, crítica o de relevancia en certámenes.
Las películas finalistas suponen un recorrido por cuatro naciones, con historias y tonos diferentes, aunque bajo una identidad común: la iberoamericana.
De Colombia nos llega Anna, dirigida por Jacques Toulemonde, guionista de El abrazo de la serpiente (nominada a los Premios Oscar de Habla no inglesa en 2015). Cuenta la historia de una mujer colombiana que reside en Francia y que un día decide marcharse con su hijo a su país natal contra la voluntad del padre. La travesía por Colombia nos propone una road movie con estupendos interpretes, encabezados por la intensidad de la interpretación de Juana Acosta.
Desde Allá
Desde allá, una producción de Venezuela, supone el debut en la dirección de Lorenzo Vigas, que ha obtenido con esta ópera prima el León de Oro en el Festival de Venecia. El filme, basado en una historia de Guillermo Arriaga, guionista de Amores perros, explora la compleja relación entre un pequeño empresario de 50 años y uno de los chicos de la calle de Caracas que frecuenta.
El ciudadano ilustre
De género muy diferente, Argentina nos trae El ciudadano ilustre, una sátira protagonizada por Óscar Martínez, presente en grandes clásicos modernos del cine argentino como Paulina o Relatos salvajes. El filme, dirigido por Gastón Duprat y Mariano Cohn, cuenta la historia de un premiado escritor que vuelve a su pueblo natal, del que partió hace muchos años, para recibir un homenaje que acabará convirtiéndose en un pequeño infierno. La película, que nos puede recordar a nuestro querido Berlanga, ha sido premiada con la Copa Volpi a la Mejor Interpretación Masculina en el pasado Festival de Venecia.
Las elegidas
Por último, nos encontramos con Las elegidas, de México, un drama que ha participado, entre otros, en Un Certain Regard del Festival de Cannes y en Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián. Se trata de un duro relato sobre la explotación sexual dirigido por David Pablos, que debuto con su ópera prima en la ficción La vida después y que vuelve a plantearnos en su segundo filme una realidad compleja a través de una mirada poética.
Podríamos extendernos hablando de las peculiaridades de cada uno de estos filmes, de los detalles que los hacen únicos y diferentes, de cómo sus historias, conflictos y personajes nos atrapan por su cercanía y universalidad. Sea cual sea la película ganadora del Goya, lo verdaderamente importante es que el triunfador de esa noche siempre será el cine iberoamericano. Estar preseleccionado y estar nominado ya es un premio en sí. Y es de agradecer que la Academia de Cine y sus miembros tengan la sensibilidad y el acierto de promocionar con cada uno estos actos el talento y el cine que se hace en Iberoamérica.
Manuel H. Martín es director del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva
