Los nominados a Mejor Cortometraje de Animación en los 32 Premios Goya
Colores | dirigido por Arly Jones y Sami Natsheh; producido por José Antonio Saura Saura
Colores, tanto por el fondo como por la forma, supone una vuelta a los valores que perduran en el tiempo, como son la amistad, el respeto y la vuelta a la naturaleza.
Por eso Colores elige la animación en 2D a propósito, mostrando la belleza del trabajo artesano, la mano humana. Escoge una hermosa localización real: Banyeres de Mariola, en Alicante.
Opta por presentar la amistad entre un niño y una niña, donde no importa el género, ni la discapacidad de él , demostrando cómo a través de la amistad y el juego no existen las barreras. Si a la luz del mediterráneo es Candela quien guía a Tito, al caer la noche es Tito quien guía a Candela…
A través de cada pincelada, de cada trazo, Colores logra transmitir la importancia de no poner límites, de disfrutar de las pequeñas cosas y soñar a lo grande. Muestra que a la vuelta de la esquina queda todo un mundo por explorar. Tito, invidente, y Candela, decidida, serán el tándem perfecto y esta aventura no puede derivar más que en una gran amistad.
Por Arly Jones y Sami Natsheh
El ermitaño | dirigido por Raúl Díez; producido por Daniel Díez y Raúl Díez
Cuando la dañina tormenta escampó, este ser medio insecto medio humano urgió por salir de su madriguera, que daba a un paisaje inhóspito en el cual se fundía el cielo y la tierra. Trepó por el rudo tronco y sobre una rama, sus alargadas patas afiladas se entrecruzaron para poder caer con aplomo… Sentado con el torso curvado se observaba a sí mismo mientras esperaba el momento idóneo para acicalarse… “.
El ermitaño trata la historia de un personaje en plena metamorfosis, sin dejar de ser insecto y comenzando a ser humano, en una lucha por la subsistencia que le obliga a cambiar su condición y a transformar lo mecanicista y lo preestablecido por una búsqueda distinta de lo que es… Las influencias del cortometraje de ciertos códigos orientales, tanto en la música como en la animación, más próximas al teatro japonés, no pretenden otra cosa que dotar de credibilidad de mejor manera al personaje y su forma de actuar. Rodar El ermitaño ha sido una tarea compleja de varios años, donde los profesionales que han participado han tenido que cambiar y huir de las formas establecidas de la animación industrial y comercial que habitualmente todo lo inunda, para mantener una pieza enteramente original, poco o nada condescendiente con las modas o circunstancias pasajeras, e intentar reivindicar un lenguaje cinematográfico más sobrio y apropiado de la animación independiente. El resultado es una pieza que no deja indiferente a nadie, y que, pese al reto de la falta de diálogos, mantiene al espectador atrapado en todo momento.
Por Raúl Díez
Un día en el parque | dirigido y producido por Diego Porral
Todos hemos tenido un abuelo que nos contaba batallitas, que hacía alarde de lo mucho que trabajaba y de lo poco que tenía. Alguien que, desde el pasado, nos miraba por encima del hombro para criticar al futuro, a nosotros, sus nietos.
Un día en el parque nos viste de abuelos en un futuro distópico, nos hace soltar las mismas peroratas y mirar a nuestros futuros nietos como animales descerebrados que no valoran el mundo en el que viven, porque todo les ha sido regalado, porque la tecnología les ha deshumanizado y la música de verdad se ha perdido para siempre… ¿Os suena? Creo que cada generación ha escuchado la misma crítica de su predecesora.
A través del humor, este cortometraje, contado con un solo plano secuencia, nos hace transitar de la nostalgia a la crueldad. De la comedia costumbrista al humor negro.
Por último, creo que es una buena señal que cortometrajes de estudiantes lleguen a los Goya. Los primeros grados en cine de animación nos forman lo suficientemente bien como para competir a nivel profesional por este premio. A este paso, ¿cómo será nuestra industria en sesenta años? ¿Hay esperanza o estamos condenados a seguir maldiciendo el futuro?
Por Diego Porral
Woody & Woody | dirigido por Jaume Carrió; producido por Aline O. Tur, Jaume Carrió, Laura Gost y Miguel A. Santander
No quiero mudarme a una ciudad cuya única ventaja cultural es poder girar a la derecha con el semáforo en rojo”, le dice Alvy Singer a Annie Hall, refiriéndose a Los Ángeles. Y cabe preguntarse: ¿quién querría mudarse a una ciudad entre cuyas ventajas culturales no figurara la de disfrutar cada año de la nueva película de Woody Allen?
El cortometraje de animación con sello mallorquín Woody & Woody nace con la voluntad de rendir homenaje al genio de Brooklyn. En los frenéticos diálogos de la película subyace la intención de abordar los grandes temas del universo alleniano desde la ironía y el humor, pero, por encima de todo, desde una profunda admiración hacia el cine de Woody Allen, que se hace extensiva a todo el equipo que ha trabajado en la película.
La voz de Joan Pera, el doblador oficial del cineasta desde hace más de tres décadas, deviene en un cómplice fundamental para que esta pieza adquiera la vertiente de doble tributo: el homenaje cinéfilo innegable a Woody, por un lado, y, por el otro, el reconocimiento a uno de los actores de doblaje más entrañables y queridos de nuestro país.
Por Jaume Carrió