Tadeo Jones 2. Un equilibrio más complicado de lo que parece
El productor Nico Matjil cuenta el proceso creativo de Tadeo Jones 2, que levantó el Goya a la Mejor Película de Animación
Cuando llegó la hora de producir el segundo largometraje de Tadeo Jones, lo primero que pensamos fue…¿Qué podemos hacer para que funcione mejor que la primera? Era un reto difícil ya que veníamos de 2,7 millones de espectadores y habían pasado 5 años. Se barajaron diversas ideas, una fue que buscara el Arca de Noé, pero cuando Jordi Gasull nos contó que el Rey Midas tenía un rastro de realidad, un escalofrío recorrió nuestros cuerpos. Ya teníamos una excusa mitológica, pero ¿qué más podríamos hacer?…Pues, aunque parezca obvio, jugar el partido en casa, es decir en Granada y si es posible con los mejores jugadores disponibles, es decir, recuperando a la momia y ya puestos evocando nuestra infancia mortadelizandola con disfraces y haciendo patria con una paella dorada y un traje de faralaes. ¡OLE!
Por Nico Matjil
Puede parecer una idea simple y fácil, pero no lo fue y desde luego, no fue inmediata. Ese es el problemas de las buenas ideas…Cuando lo son, siempre parecen obvias y automáticas. Antes de llegar a la idea de Granada y Midas, Tadeo emuló a Sherlock Holmes en Londres y al Inspector Clouseau en París y siguió la senda del Minotauro por la antigua Creta.
Hacer una película en muchos casos se asemeja a jugar un partido de futbol, hay que dar muchos toques a la pelota, que en nuestro caso es el guión , para que te salga una buena jugada, es decir, contarlo de manera redonda. A veces es necesario pegar muchos toques pequeños, para que salga una buena jugada, otras, hay que retroceder la centro del campo para chutar y marcar, otras, necesitas a todos los jugadores (los personajes), bien colocados para que te salga una escena redonda. Es un trabajo de equipo, en el que las el talento de un jugador individual puede brillar en algunos momentos, pero es el equipo completo el que gana el partido, la liga, la copa de Europa y lo que se tercie.
Siguiendo este símil futbolístico nos podemos preguntar, cual es la liga de Tadeo y a que podemos aspirar…
Tadeo es un Gran campeón en España , con su segundo largometraje hemos alcanzado los 3,2 millones de espectadores en España,; y un jugador apreciado en Latinoamérica y en Europa al que todavía le queda mucho camino por recorrer hasta poder jugar en una liga superior.
El techo para las películas de animación europea está alrededor de los 22 millones de espectadores en salas cinematográficas a nivel mundial, siempre y cuando sea coproducción con Estados Unidos y/o Gran Bretaña. Sin ellos el techo se sitúa en unos 8 millones de espectadores en salas cinematográficas. Tadeo jones 1 se acerco mucho a estas cifras ( 7,2 millones) y probablemente las superó, si algún día conseguimos saber de verdad cuantos espectadores tuvimos en China…
En el negocio del cine se mueve por la confianza entre todos los agentes implicados. El productor debe transmitir confianza a sus inversores para que apuesten por ese guión y por ese Director y al mismo tiempo debe trasmitir confianza al distribuidor de que va a entregar una gran película para que este se anime a moverla por el mundo. El Distribuidor por su parte no solo debe mover la película, sino que debe poder trasmitir al público que es una gran película y que vale la pena ir a verla al cine.
El tamaño de mercado y la confianza que genera el compartir una cultura y un idioma, además del trabajo bien hecho, es lo que hace que las películas de animación europeas generadas en Gran Bretaña encabecen el ranking de admisiones.
Mi aspiración como productor de animación sería hacer en España una película que pudiera alcanzar unos 20 millones de espectadores en salas cinematográficas a nivel mundial. No es tarea fácil, pero bien mirado no es imposible, se trata de conseguir abrir mercados grandes y triunfar en ellos.
Ahora estamos trabajando en Tadeo Jones 3, y probablemente para que sea un gran éxito internacional lo mejor que podemos hacer es olvidarnos de que es una tercera parte. No podemos ni debemos darle al espectador lo que ya ha visto, y, sin embargo, tampoco podemos alejarnos excesivamente de lo que es la esencia del personaje, puesto que tanto el público como nuestros espectadores tienen ya una idea de lo que pueden esperar de nosotros. Es en suma, un equilibrio complejo.