La seguridad de estar haciendo cine | Almodóvar visto por Carlos Vermut

Foto: ©Papo Waisman

Pedro Almodóvar logró los goyas a Mejor Dirección y Mejor Guión Original por Dolor y gloria en la 34 edición de los premios. Con motivo de estos galardones, el director y guionista Carlos Vermut le dedica unas palabras.

 

|Por Carlos Vermut

Dolor y gloria es cine porque no puede ser otra cosa. Está hecha con la seguridad de las películas que tienen una relación de poder con el espectador. Ese poder que sólo tenían las obras que veías en una sala de cine y no podías detener, ni pausar, ni rebobinar. Básicamente lo que Pedro Almódovar aprendió que era el cine.

Dolor y gloria existe en el mundo de Netflix, un mundo en el que las películas tienen cinco minutos para convencernos, pero es el ejemplo perfecto de que el cine es una cuestión de seguridad y no de tamaños, formatos o salas.

Toda la película esta impregnada de la sabiduría de alguien con una carrera larga y la ilusión de aquel que está deseando aprender cosas nuevas y ponerlas en práctica. Creo que no hay nada más maravilloso que eso. Tener ilusión por rodar y probar cosas nuevas. En Julieta noté que la dirección de Pedro se había vuelto más sencilla. El ritmo y el montaje eran muy sobrios y a la vez fluidos. Me sorprendió mucho, porque otros directores con la experiencia de Pedro quizá hubiesen ido más sobre seguro. Esa sobriedad es justo lo que he vuelto a ver en Dolor y gloria: Pero si esos hallazgos en Julieta aparecían, sobre todo, en el apartado de la dirección, en Dolor y gloria, además, están los diálogos más honestos y mejor escritos de la carrera de Pedro. Sin olvidar que el trabajo de Antonio Banderas y el resto de actores es sencillamente magistral.

La secuencia del reencuentro entre Salvador y Federico es un buen ejemplo de ello. Todo está dicho. Nada sobra. Durante la secuencia, los actores muestran a unos personajes que están conteniendo tanto las lágrimas como las ganas de acostarse. Que necesitan desear y sentirse deseados. Que quieren lanzarse encima del otro, pero a la vez tienen miedo de arruinar aquello que el tiempo ha convertido en una bella historia de amor. Y todo en menos de siete minutos. Esa secuencia es una secuencia que haces cuando tienes la seguridad de estar haciendo cine y no otra cosa.

Podría estar viendo esa secuencia en bucle. De hecho lo hago. En Netflix. Pero eso es otra historia.