Y el Goya de Honor es para…

Foto de Mario Camus

Goya de Honor 2011 · 25 Edición

Mario Camus

Director y guionista

Santander, 1935

Alejado de las corrientes de moda y seguidor de impulsos, Mario Camus es un resistente que, desde principios de los cincuenta, cuenta historias para él y para otros cineastas. Maestro en la adaptación de obras literarias, el autor de las versiones cinematográficas de La colmena (1982) y Los santos inocentes (1984) fue el Goya de Honor 2011, trofeo que recogió homenajeando al oficio del cine “que te hermana con los maestros de la luz y de la música”.
El nombre de este director y guionista cántabro siempre va ligado al de Miguel Delibes y Camilo José Cela, pero debutó con una adaptación de Daniel Sueiro y también ha trasladado al lenguaje audiovisual a Ignacio Aldecoa, Jorge Semprún y Rafael Azcona, entre otros. Una labor en la que se ha sentido cómodo y que, además, ha contado con el beneplácito de los productores “que al tener gran respeto por las obras editadas, no intentan cambiarte ni una coma”.

Mario Camus. Goya de Honor (2). Foto de Marino Scandurra

©Marino Scandurra

Miembro de una generación en la que figuran Carlos Saura, Basilio Martín Patino, Miguel Picazo, Francisco Regueiro y José Luis Borau, Camus ha firmado 29 películas –El prado de las estrellas es la última–, fue el coguionista de Roma, el autor del libreto de de Los golfos y ha dirigido varias series de televisión –Curro Jimenez, Fortunata y Jacinta y La forja de un rebelde, entre otras–. Conoce bien el oficio. “He trabajado mucho, y mi concentración y dedicación han sido al cien por cien. Seguramente en todas mis películas hay pequeñas manías, un toque personal. Y esa persistencia se llama personalidad”, ha manifestado este creador que hizo largometrajes con Raphael y Sara Montiel, y que en dos de sus producciones, Sombras en una batalla y La playa de los galgos, abordó el tema de ETA.
Batallador con el doblaje –”una concesión que el cine español no se puede permitir. Hay que pararlo o regularlo”–, siempre habla de la hermandad del cine y de la importancia de los actores –”en España hay verdaderos monstruos de la interpretación”–.
Una historia convincente y creíble que hable de gente próxima en un tono conmovedor, y tener el reparto adecuado “porque en la elección de los actores está el 90% de la dirección”, son los requisitos para hacer una buena película para Mario Camus, un profesional que siempre intenta pasar desapercibido. “Lo que importa son las películas. Todos los trabajos los he realizado con equipos artísticos y técnicos, por eso el Goya es para todos ellos, porque sin todas esas personas no hubiera hecho nada”, resaltó el cineasta, que en su discurso lanzó un claro mensaje: “contemos nuestra historias y hagámoslo con sinceridad”.

 

"El prado de las estrellas" de Mario Camus para Creacion Films, 2006

Camus en el rodaje de El prado de las estrellas

Mario Camus y Verónica Forqué- Amor propio

Verónica Forqué y Mario Camus en el rodaje de Amor propio

Adosados Rodaje