Un empujón y una gran responsabilidad

El pasado 4 de febrero fue sin duda una de las noches más bonitas de mi vida, si no la que más. Una noche de nervios, emoción y mucha felicidad. Felicidad porque el Goya a Mejor Película Documental para Frágil equilibrio, como dijo Guillermo –mi compañero y director de la película–, es un reconocimiento a muchísima gente, tanta que resultaría imposible enumerar Pedro G. Kühn

Guillermo García López y Pedro G. Kühn. ©Miguel Córdoba

Nosotros pusimos la cara en la foto pero ahí merecían estar muchos más. Desde los protagonistas en Marruecos, Japón, España y Uruguay hasta cientos de personas que han trabajo para el proyecto en México, Estados Unidos, Hong Kong, Chile, Reino Unido o Catar. Todas esas personas que se volcaron, dejándose la piel cuando esto no era más que una idea en un papel. Además del equipo, este premio pertenece también a los miles de seguidores que tienen Frágil equilibrio y su mensaje. A esos colaboradores y a todos los espectadores les debemos mucho, ya que sin su ayuda nunca hubiéramos podido recoger el Goya aquella noche inolvidable. Nos sentimos en deuda con todos ellos y este premio, en cierto modo, es una forma de recompensa y agradecimiento hacia ellos. Aunque fuéramos nosotros los responsables y afortunados de poder recogerlo, estamos seguros de que todos ellos lo sienten suyo también.

Al principio, Frágil equilibrio era un proyecto muy ambicioso, con pocas personas y escasos recursos. Nos ha costado tres años de muchísimo trabajo poder armarlo y haber llegado hasta aquí. El Goya es sin duda el mejor de los reconocimientos que podíamos tener y esperamos que esto, de ahora en adelante, nos ayude de cara a poder armar nuestras siguientes producciones con más facilidad. Con Sintagma Films ya tuvimos una nominación en 2014; pero ganar el Goya es diferente, es un empujón muy grande para nosotros y para la productora. Es un empujón pero también es una gran responsabilidad, ya que el prestigio que da este premio debería verse reflejado en los siguientes proyectos. Aún así, tengo que admitir que este reconocimiento por parte de la Academia nos llena de motivación, de energía y de ganas de seguir haciendo lo que realmente nos apasiona. Estamos preparados para seguir contando historias, hacer mucho cine y estar a la altura de lo que se nos venga de ahora en adelante.

El género documental representa un porcentaje de producción muy elevado en nuestro país. Como bien dijeron los entregadores del premio, José Manuel Cervino y Paz Vega, de las 155 películas presentadas a los Goya 62 han sido documentales. Las distribuidoras, televisiones y exhibidoras deberían apostar más por un género tan importante como el documental. Su reconocimiento y apoyo es fundamental para que no se dejen de contar historias necesarias y que sigamos gozando de una buena salud documental.

*Pedro G. Kühn es productor de Frágil equilibrio