Mejor Dirección de Producción
Carlos Bernases, Manuela Ocón, Pilar Robla y Sandra Hermida, nominados a la Mejor Dirección de Producción en los Goya 2017
1898. Los últimos de Filipinas
He sido nominado por 1898. los últimos de Filipinas, un proyecto titánico, rodado a caballo entre la selva ecuatorial de Guinea y el paraje que supone San Lucas de Tirajana, en nuestras Islas Canarias. A la complicación que supone grabar en distintos continentes, desplazando a un nutrido grupo de profesionales y las características propias de rodar en África, se suma el hecho de rodar una obra bélica que transcurre en el siglo XIX y principios del XX. Todo ello acrecentado con la construcción de grandes decorados, en este caso, un poblado completo, totalmente habitable y destruible para que el equipo artístico pudiera dar rienda suelta a su talento.
Por todo ello, este proyecto ha sido una gran aventura, desafiante y exigente como pocas. Pero que, gracias al esfuerzo conjunto de un gran equipo de producción, ha terminado por convertirse en una experiencia irrepetible, de las que hacen a uno recordar que la magia del cine se halla también detrás de la pantalla. Carlos Bernases
El hombre de las mil caras
El guión de El hombre de las mil caras no parecía especialmente complejo al leerlo. Una historia en una época determinada, personajes que conversaban en distintos lugares, la necesaria delicadeza al tratar de un tema real aunque ficcionado. Alberto Rodríguez, director de la película, y el resto del equipo ya habíamos trabajado juntos en varios proyectos y nos conocíamos perfectamente… pero para la producción resultó tan complejo como una muñeca rusa, según desglosábamos iban apareciendo las dificultades. Lo resolvimos de la misma manera: íbamos de lo grande a lo pequeño, cerrando las cajas poco a poco, hasta llegar a la película final. Encajamos cada decorado en su localización, siempre ajustando los recursos de la manera más eficiente. Posteriormente, en posproducción se trabajaba para la apariencia final. Todos los departamentos trabajaban para los demás. El trabajo de vestuario le daba la verdad necesaria al departamento de arte y viceversa; la fotografía y la posproducción digital trabajaba para el guión; la música creaba la atmósfera… Lo más satisfactorio es haber tenido la oportunidad de contribuir a contar una historia que es nuestra y a la vez comprobar qué frágil es la memoria histórica, que apenas pasa de lo que transcurrió ayer para mucha gente en este país; y una historia que es cine y que es a la vez una buena oportunidad para la evasión y entretenimiento de cualquier espectador. Este año somos tres mujeres las nominadas en esta categoría, una raya en el agua si tenemos en cuenta los porcentajes de participación de mujeres en la producción general y, en concreto la española, sobre todo en el grupo directivo, guión, dirección y producción, que toma importantes decisiones. Manuela Ocón
La reina de España
Cuando me propuso Cristina Huete formar parte del equipo de La reina de España me inundó cierto vértigo. Creo que todos los que formamos parte de esa aventura nos planteamos lo mismo. Nos perseguía el fantasma del éxito de La niña de tus ojos, así que el reto estaba encima de la mesa y, aunque no hablábamos de ello, ese fantasma nos persiguió durante todo el proceso.
Era una película sobre la que Fernando Trueba había trabajado mucho previamente y tenía muy claro cada detalle de la misma. Había reunido un archivo de documentación exquisito, lo que facilitó muchísimo el trabajo a todos los departamentos. Y, como bien sabemos, el mío consiste en hacer que todo cuadre como un puzzle de muchas piezas. Gracias a un equipo de lujo, todo se puso más fácil. Lo que más nos complicó fueron las jornadas de exteriores con muchísimas lluvias que nos tuvieron en vilo hasta el último minuto del rodaje. Lo más curioso es el enorme homenaje que hace esta película al cine y a los profesionales que a él nos dedicamos. Porque una película que cuenta la historia de un equipo de rodaje del año 1959, que a su vez está rodando una película histórica, no puede ser más apetecible para los que amamos este arte. Pilar Robla
Un mostruo viene a verme
Un monstruo viene a verme es el resultado de un gran trabajo de equipo, en el que cada uno de sus miembros ha sido fundamental para llevar esta historia maravillosa a la pantalla.
La simbiosis entre todos los departamentos ha hecho posible realizar un proyecto tan ambicioso técnicamente como complejo dramáticamente.
Dentro de la enorme complejidad técnica, destaca sin duda el monstruo.
Simultanear la creación de una criatura de 13 metros realizada con una combinación de prostéticos y efectos digitales, basada en la captura de movimiento de un actor, que interacciona dramática y físicamente con el protagonista de la película en decorados y localizaciones exteriores en Inglaterra, mientras nos enfrentábamos a un rodaje tan intenso emocionalmente protagonizado por un niño de 12 años, ha sido sin duda el mayor desafío de la producción.
Una vez más, Bayona nos ha enfrentado a un reto gigante, con él como director no hay zona de confort posible.
Esta nominación honra el trabajo, el esfuerzo y la dedicación de todo el equipo, especialmente del equipo de producción que ha sido la columna vertebral del rodaje.
En Un monstruo viene a verme, más que nunca, ¡producción somos todos!. Sandra Hermida