“Para una buena gala es imprescindible
la complicidad del colectivo”

La 33 edición de los Premios Goya será la quinta para la productora El Terrat, la tercera para Andreu Buenafuente y la primera para Silvia Abril. La pareja de humoristas se pone al frente de la ceremonia con la “tranquilidad que da ir de la mano” y una experiencia envidiable –“en tema galas tenemos mucha mili”–. A unos meses de la gran noche del cine español, Abril y Buenafuente ya están cribando ideas en torno a un espectáculo para el que quieren contar con la colaboración de la industria. Además jugarán con el elemento “visitante”; los Goya se celebran por primera vez en Sevilla, “saldremos todos como de convivencias, y eso siempre te dispone a pasarlo bien”.

Por Enrique F. Aparicio


Es la primera vez que los presentadores de los Goya se anuncian con tanta antelación, ¿eso da tranquilidad?

AB: Da margen, da tranquilidad, va a favor de obra. También destacaría la reacción tan positiva cuando se ha anunciado que lo haríamos nosotros. A mí me han felicitado como si me hubieran dado un Goya. Eso es muy bonito, enfrentarte a este trabajo y salir con este cariño, que lo hemos notado de verdad, no lo digo en plan folclórica.

Para Andreu serán sus terceros Goya, Silvia se estrena. ¿La experiencia es un grado en estas lides o cada gala es la primera?

AB: La experiencia ayuda, claro. Ya no tienes ese abismo que genera una gala así, la más importante de la vida cultural española. La magnitud que tiene, cuando no la has conocido, es como un monstruo. Cuando has estado dentro, tienes un referente. Conocerlo ayuda pero hay que poner la misma energía e ilusión.

SA: Para mí es la primera vez, aunque las galas de Andreu las viví desde el backstage, que es mucho más cómodo. Pero me tranquiliza ir los dos de la mano, con lo bueno y lo malo. Voy a tener que lidiar con Andreu, que a veces no es fácil porque cada uno quiere una cosa. Pero será inolvidable.

¿Cómo creen que ha cambiado el espectador de los Goya desde las galas de Andreu en solitario?

AB: Los grandes valores del cine español y su relación con el público se mantienen pero van evolucionando, como la vida. Probablemente el de ahora es un espectador con más información, con más actividad y conocimientos del sector. No creo que sea un cambio negativo en ningún caso. Hay que estar atentos también a la temporada, cuáles han sido los éxitos, qué funciona… No olvidemos también que es una gala televisiva, por lo que debe de ser un gran espectáculo. En El Terrat llevamos veinte años en el oficio, haciendo programas diarios, semanales… Creo que sabemos manejar el enlace con el espectador. Tenemos dos misiones: hacer la gran fiesta del cine y que sea muy interesante a nivel de espectáculo.

Me gustaría destacar a los equipos que nos acompañan. El Terrat va a llevar con esta cinco galas, si no me equivoco, conocemos bastante la Academia por dentro y eso ayuda. Hay gente muy buena sobre la que nos vamos a apoyar, y no lo podríamos hacer sin ellos.

SA: Lo que sí creo que ha ganado protagonismo es el papel de las redes. Han ido ganando peso, y parece que su influencia en las galas en importantísima, aunque hay que relativizarlo. Empezará la gala y empezarán las críticas, eso lo sabemos. Pero hay que hacer nuestro trabajo lo mejor que sabemos.

AB: Los Goya son tan potentes que creo que las redes deben usarse como una herramienta para potenciar eso. El partido se juega en el escenario, y las redes son un aliado.

Una de las cosas que más se critican es la duración.

SA: No vamos a intentar que sea una gala corta, porque creo que es una batalla perdida. Tampoco está en nuestras manos. En nuestras manos estará que sea entretenida, amena y lo más divertida posible. Más con dos humoristas al frente. Intentaremos que la gente lo pase bien, tanto en el auditorio como en sus casas.

En ese sentido tenemos el factor novedoso de trasladar los Goya a Sevilla, que es un plus. Creo que mucha gente se movilizará, saldremos todos como de convivencias, pasando unos días fuera de casa, y eso te predispone a pasarlo bien. Ya no vas allí, tocas pared y para casa. Es una experiencia más estimulante y espero que nos coloque diferente respecto a la gala.

¿Están ya preparando o cogiendo ideas?

AB: Por suerte tenemos muchas dinámicas de trabajo creativo con nuestros equipos y guionistas. El otro día me puse a contar y ahora mismo en El Terrat estamos manejando unos veinte guionistas de comedia. No es que tengan que trabajar los veinte en los Goya, pero sí hay una capacidad de generar y de crear muy grande. Creo que la gala funciona mejor cuando se crea una ‘familia de goyas’, si se designa a una gente que se encargue de eso.

SA: Lo que sí pasa es que, al convivir presentador con presentadora, surgen momentos en los que sales de la ducha y dices: mira lo que se me ha ocurrido. Tomamos nota y lo comentamos con el equipo.

AB: Los equipos son muy buenos, en las anteriores ediciones me llevaron en volandas y tengo mucha confianza en ellos. Tenemos la experiencia añadida de los Premis Gaudí, que llevamos dos años haciendo y que creo que se han relanzado. Los últimos, presentados por David Verdaguer, fueron muy bonitos. No es que esté vendiendo la moto, pero en tema galas llevamos mucha mili.

¿Qué ingredientes necesita una buena gala?

AB: Para mí es fundamental, y creo que este año se va a dar, la complicidad del colectivo. Para un vídeo, para un cameo, para una actuación… A nosotros nos contratan para el cine español, es su fiesta, y aunque vengamos los de la tele a celebrarlo con vosotros, es vuestra. Eso conlleva querer jugar con la gente del cine. Deseamos la máxima predisposición y creo que se va a dar, porque ahora, incluso antes de empezar a trabajar, ya nos llegan sugerencias y gente que se ofrece. Eso es lo que debe transmitir nuestro cine: somos divertidos, interesantes, sabemos hacer un buen espectáculo.

Los Goya salen por segunda vez de Madrid para celebrarse en Sevilla. Dos catalanes presentando los Goya en Sevilla dará juego.

AB: El factor visitante siempre da juego, aunque no hay que olvidar que es una gala que se hace para España y para todo el mundo hispano.

SA: Sevilla es tierra de cachondeo, de humor, de chistes. Además estando allí usaremos elementos de esa autonomía. Ahora mismo estamos en el batiburrillo de ideas, haciendo criba.

Otro de los debates recurrentes es la presencia de la música en la gala. Hay quién espera el momento musical para despellejarlo, ¿son partidarios de este clásico?

SA: Lo mismo contratamos a unos dobles muy, muy buenos para que lo hagan por nosotros. Y luego salimos y ¡tachán! Me encantaría cachondearme de ese momento. ¿Me dejas, Andreu?

AB: Bueno, no sé. Si puedo pedir una carta a los Reyes… Deberíamos superar esa pantalla. Un signo de madurez de nuestro cine sería el ser capaces de hacer un número musical homologable a los internacionales. Está muy bien el cachondeo, pero en este país hay actores y músicos que lo hacen muy bien.

¿Qué presentadores históricos de los Goya tienen como referentes?

SA: Yo me quedo con el estilo de la Sardá, su sorna y su retranca cargada de comicidad.

AB: Aquí me sale un punto de gremio. No me gustaría destacar ninguna porque todo el que ha hecho una gala ha puesto lo mejor de sí. Todas tienen su momento, su situación, y es injusto crear un ranking. Hay mucho que agradecer a todo el mundo que se haya puesto delante de una gala.

Los Goya son el evento cultural más influyente del año en España, pero siempre es un debate hasta qué punto se deben o no lanzar mensajes a la sociedad desde su altavoz, ¿creen que es legítimo o positivo hacerlo?

AB: Este es el gran tema.

SA: El sector del cine está en su fiesta. Y está en su derecho de aprovechar el altavoz y hablar de las cosas que no van tan bien dentro de la industria. Otra cosa es que eso tiña todo el devenir de la gala.

AB: El equilibro es importante, pero muy difícil de pronosticar. A mí me gusta la normalidad, que las cosas fluyan. Es la fiesta del cine y hay que sacar pecho. Pedir para el cine está muy bien, pero convertirlo en un mitin jugaría a la contra. La libertad de expresión está para que nos sorprenda, pero yo recomendaría mesura y diversión, que para eso nos han contratado.

¿Qué sensación les gustaría que quedara en los espectadores de los Goya 2019?

SA: Yo quiero quedarme con la sensación de: mereció la pena, me encantaría repetir. Y que el espectador se quedara con ganas de más. Ese sería el mejor indicador de que todo ha ido bien.

AB: Y que la gente piense: qué buen cine tenemos, qué maduro, qué profesionales más buenos, qué buena gala. Se me ha hecho corta.